Apicectomias
Los dientes que sufren un traumatismo o afectados por caries profundas, pueden desarrollar focos infecciosos a nivel de sus ápices (extremo de la raíz). Si esta situación no es tratada puede evolucionar en quistes dentarios. El tratamiento inicial es la endodoncia del diente pero si ésta no es resolutiva se hace necesaria la realización de una apicectomía.
La Apicectomía es una intervención simple aunque delicada que se realiza con anestesia local. Consiste en la extirpación quirúrgica del foco infeccioso junto con el ápice del diente afectado para posteriormente sellarse mediante cementos específicos. De esta forma se elimina la infección, conservando el diente. El porcentaje de éxito de este procedimiento es superior cuando se realiza la cirugía con magnificación y por un especialista cualificado. Es un tratamiento muy sensible a la habilidad del profesional.
Extracción de Quistes
Los quistes pueden provenir de infecciones latentes de dientes en mal estado, de dientes que han quedado retenidos en el hueso o de estructuras embrionarias que han quedado dentro de los huesos. Generalmente se manifiestan con tumoración, sobreinfección o fractura patológica, y la mayoría de ellos suelen ser hallazgos casuales que se observan tras la realización de una radiografía, por lo que es recomendable realizar controles periódicos con el especialista.
En cualquiera de los casos, la intervención quirúrgica para la extracción de quistes asegura la curación de forma definitiva. Siempre debe realizarse una biopsia del tejido para corroborar la sospecha diagnóstica y para estudiar si es preciso algún otro tratamiento complementario.
Estética Dental
Sonrisa Perfecta:
La cirugía plástica periodontal y las técnicas de regeneración ósea son claves a la hora de solucionar casos complejos que buscan mejorar el aspecto de la sonrisa, o incluso recuperar una sonrisa de juventud. En muchos de estos casos, es necesaria la colaboración de varios especialistas para poder realizar un tratamiento integral y conseguir los resultados esperados por el paciente Para tener una sonrisa armoniosa es imprescindible que el hueso y los tejidos blandos estén ubicados y conservados en su posición óptima, para mantener una arquitectura adecuada de los dientes y un soporte de labios y tejidos faciales adecuados. La colocación de implantes es el único procedimiento odontológico capaz de prevenir la reabsorción fisiológica del hueso que se produce con el paso del tiempo después de realizar una extracción. Por tanto, conservar los tejidos del maxilar en el tiempo previene el envejecimiento de nuestra sonrisa.
Estética de las Encías
Las afecciones de los tejidos que rodean los dientes (encía y hueso) no se limitan a problemas de tipo infeccioso. En muchos casos, los problemas tienen un carácter estético. Con frecuencia, los dientes tienen un tamaño pequeño en relación a la cantidad de encía que se ve durante la sonrisa. Esta situación se denomina sonrisa gingival y, en muchos casos, su solución es muy sencilla. En otros casos sucede lo contrario, uno o más dientes tienen las encías retraídas y el diente aparece más largo. En estas ocasiones, a los problemas estéticos que esto supone se le suman otros como el aumento de la sensibilidad al frío (hipersensibilidad). Este tipo de problemas también pueden solucionarse en manos de un periodoncista. Actualmente, los problemas relacionados con la estética dental son uno de los principales motivos de consulta de los pacientes. Conseguir una dentición más blanca, cerrar espacios entre los dientes, alterar su forma y tamaño o simplemente mejorar el aspecto de la sonrisa son demandas cada vez más frecuentes. Por este motivo, el campo de la odontología estética es uno de lo que más esfuerzos dedica a la investigación de nuevos materiales y técnicas, a fin de cumplir con las expectativas de los pacientes. La cirugía plástica periodontal y las técnicas de regeneración ósea son claves a la hora de solucionar casos complejos que buscan mejorar el aspecto de la sonrisa, o incluso recuperar una sonrisa de juventud.
Carillas:
Las carillas dentales son prótesis de porcelana finas que se pegan en la superficie anterior de los dientes, proporcionando una apariencia natural y atractiva. Las carillas dentales se usan para corregir dientes fracturados, manchados, desalineados, desgastados, desiguales o con separación anormal.
Tipos de carillas dentales Los dos materiales más comunes usados en la fabricación de las carillas dentales son la resina y la porcelana. Ambos tipos pueden ser fabricados por un protesista en el laboratorio de prótesis dental. Las carillas se pegan a los dientes con cemento resinoso. La porcelana es un material débil pero cuando se pega firmemente al diente, puede volverse muy fuerte y durable. Las carillas de resina también pueden ser fabricadas por el dentista en el consultorio.
¿Cómo se colocan las carillas? El dentista remueve una pequeña cantidad de la superficie del diente para permitir la colocación de las láminas. Enseguida, saca la impresión de los dientes y la envía a un laboratorio de prótesis. La carilla se hace de modo que entre perfectamente en el diente y en la boca. La carilla se pega al diente con cemento resinoso.
Limpieza de las carillas dentales
Las carillas se deben limpiar como sus propios dientes. El uso del hilo dental una vez por día y el cepillado por lo menos dos veces por día con una crema dental con flúor ayudan a remover los residuos de alimentos y la placa bacteriana.
Ortodoncia
La ortodoncia persigue la normalidad en el paciente, pero no alcanzar lo ideal, es decir, la perfección. Esto significa que un tratamiento ortodóncico pretende hacer que los pacientes obtengan lo que se considera un crecimiento y desarrollo de sus dientes y maxilares dentro de su propia normalidad, con un ensamblaje “armónico” de todas las piezas. En general, el tratamiento de ortodoncia utiliza diferentes dispositivos con la finalidad de corregir anomalías de los dientes y los huesos maxilares, obteniendo mejoras en mayor o menor grado -dependiendo del problema y las características del paciente- tanto en la función de los dientes como en el aspecto estético de la cara, así como el estado de las encías.
Como medida preventiva de cualquier alteración, se recomienda visitar al ortodoncista a los 6 años de edad -cuando empiezan a salir los primeros molares definitivos- con el fin de analizar si hacia los 12 años -cuando erupcionen los segundos molares definitivos- todo encajará. En general, el ortodoncista revisará a esas edades cómo se produce el cambio de dientes y la oclusión de los incisivos, así como el contacto que mantienen los dientes horizontal y verticalmente. En esta etapa temprana, es posible que una radiografía revele la necesidad de colocar en los niños ‘mantenedores de espacio’ para que los molares permanentes no reduzcan el hueco reservado a las piezas dentarias definitivas cuando se caigan los dientes de leche o alteren la relación que deben mantener los dientes para una mordida u oclusión correcta.
También es posible corregir problemas generados por hábitos anormales, como la succión del dedo pulgar, mediante un tratamiento simple de tipo interceptivo, es decir, para evitar que cualquier anomalía incipiente llegue a asentarse. Cuando no se ponen medidas de ortodoncia o éstas no impiden que se desarrolle una mala mordida, la solución está en el tratamiento correctivo mediante aparatos funcionales, fijos o removibles.
Quién necesita una ortodoncia
A rasgos generales, necesitan una ortodoncia todos aquellos que presenten maloclusión de los dientes, puesto que esta anomalía puede impedir una masticación adecuada, la correcta limpieza de los dientes -con consecuencias negativas para la salud dental, como caries, pérdida de dientes, problemas de encías o desgaste del esmalte- o, incluso, generar inseguridad o hacer que los aquejados se sientan cohibidos.
Las maloclusiones o problemas de mordida pueden heredarse o ser la consecuencia de una enfermedad dental, pérdida temprana de los dientes de leche o los permanentes, un accidente o trastornos médicos, entre otras causas. Por lo tanto, puede darseen los niños, pero también estar presente en los adultos -cuando no han sido tratados durante la infancia o por problemas desarrollados a lo largo de los años, como un accidente o la pérdida de una pieza por una infección, por ejemplo-. La desalineación de la mordida se clasifica en:
- Tipo I: aunque los maxilares están correctamente relacionados, las piezas dentarias están adelantadas con respecto al hueso del que nacen. Puede existir apiñamiento de los dientes o no.
- Tipo II: el maxilar superior está desplazado hacia delante, con los dientes muy adelantados con respecto a su base ósea.
- Tipo III: la mandíbula ha superado en crecimiento al maxilar de arriba y provoca una mordida cruzada.
Entre los síntomas de una mordida incorrecta están una alineación anormal de los dientes, apariencia anormal de la cara, dificultad o molestia al masticar o morder, problemas en el habla respiración bucal y problemas de articulaciones temporomandibulares (articulaciones que unen la mandíbula con el cráneo). Para diagnosticar quién lo necesita y cómo es el tratamiento de ortodoncia que requiere y si debe ir acompañado de extracción de piezas o intervención quirúrgica, hace falta determinar el patrón morfogenético del paciente. Se trata de valorar los problemas de engranaje de los dientes y determinar dónde se origina la deformidad. Normalmente, el ortodoncista evalúa al paciente mediante un examen clínico, a través de una radiografía panorámica de toda la boca una radiografía lateral de cráneo y gracias a unas fotografías intra y extraorales y unos modelos de yeso de la boca del paciente para registrar cómo es la mordida. No hay límites de edad para la ortodoncia; sólo en algunos movimientos ortopédicos, que únicamente es posible realizar en jóvenes, es mejor practicarlos antes de los 14 años, como es el caso de la expansión del paladar.
Problemas y enfermedades que se tratan con ortodoncia Entre las alteraciones que necesitan ortodoncia, cabe destacar:
- Malposición dentaria: se recurre a la ortodoncia cuando la corona de un diente está gravemente desplazada de su posición correcta.
- Incisivos con mal ángulo: la ortodoncia con dispositivos fijos corrigen el ángulo de los incisivos superiores, inferiores y ambos, en bloque.
- Pérdida prematura de dientes de leche: como hemos comentado anteriormente, cuando se pierde un molar es posible que se necesite colocar un ‘mantenedor de espacio’ para que el nuevo diente tenga su sitio reservado.
- Sobremordida: los dientes anteriores de la arcada superior sobrepasan en la mordida más de la mitad de la altura de los dientes inferiores, un problema de maloclusión de tipo II, que puede solucionarse hasta cierto punto con la ortodoncia. Cuando esta alteración es fruto de problemas esqueléticos, debe corregirse en la infancia y la adolescencia (ortodoncia interceptada), porque al llegar a la edad adulta, losbracketsmodificarán la posición del maxilar sólo parcialmente.
- Submordida o prognatismo mandibular: los dientes inferiores se extienden excesivamente hacia delante o bien los superiores se posicionan muy hacia atrás o hay adelantamiento de la mandíbula inferior. Se puede corregir con un expansor que se fija a la mandíbula superior para expandirla y se va ensanchando a medida que crece la mandíbula. En ocasiones se emplea una máscara facial anti prognatismo colocada alrededor de la cabeza para aplicar una fuerza en la mandíbula inferior que la va reubicando en su sitio o una mentoneraalrededor de la cabeza que ejerce fuerza en la barbilla para recolocarla en su posición ideal.
- Mordida Cruzada: esta alteración en la que uno o varios de los dientes de la arcada superior quedan por detrás de los inferiores al morder es fácil de corregir en niños con un expansorfijado sobre el paladar y que se va ensanchado progresivamente cada día mediante una llave hasta que el hueso se fija. En los adultos, puede ser necesario ayudar a esta ortodoncia con una cirugía correctora.
- Mordida abierta: cuando los dientes superiores e inferiores no se solapan y queda un hueco entre ellos al morder, se puede usar un expansor en niños como medida preventiva; aparatos y brackets en los adolescentes, pero se suele recurrir a la cirugía en el caso de los adultos.
- Dientes rotados: la ortodoncia consigue hacer movimientos de rotación para ubicar de manera precisa el diente.
- Línea media desplazada: se suelen emplear los brackets para hacer coincidir la línea media de los dientes superiores con la línea media de los inferiores.
- Espacio excesivo entre los dientes: los aparatos de ortodoncia fijos consiguen cerrar espacios moviendo en bloque todo el diente (corona y raíz).
- Apiñamiento de los dientes: se trata de una cuestión más estética , para la cual es posible utilizar la ortodoncia con el fin de ubicar los dientes o dar a la forma de la cara una posición más normal.
- Problemas con el habla: los dispositivos de ortodoncia pueden solucionar problemas con el habla -es decir, dificultad para pronunciar ciertos fonemas correctamente- ocasionados por proyección de la mandíbula, mordida abierta, protrusión de los incisivos superiores, sobremordida horizontal, ausencia de molares superiores permanentes o deglución atípica.
- Respiración por la boca: una placa vestibular que impida al paciente respirar por la boca puede resultar de gran ayuda en el tratamiento determinado por un otorrinolaringólogo para estos casos.
- Apnea del sueño: hay algunas ocasiones en las que este trastorno es fruto de una alteración de la oclusión cuando el desarrollo de la mandíbula inferior no ha sido normal, por lo que el uso de la ortodoncia para arreglar la mordida puede ayudar en este trastorno.
Problemas de articulación de la mandíbula: en ocasiones puede resultar útil el uso de protectores bucales o de la mordida, también conocidos como férulas o aparatos. Su efectividad varía mucho entre los pacientes aquejados de trastornos de los músculos y la articulación temporomandibular, los cuales afectan a las articulaciones y los músculos de la masticación que conectan la mandíbula inferior al cráneo. Sus síntomas son dificultad o molestia al morder o masticar; chasquido o chirrido al abrir o cerrar la boca; dolor facial sordo en la cara; dolores de cabeza y oído o sensibilidad o bloqueo de la mandíbula.
Implantes
Cirugía Mínimamente Invasiva
En Odontología Reconstructiva utilizamos técnicas contrastadas procedentes de otras ramas de la medicina (cirugía cardiaca o traumatología). Son técnicas mínimamente invasivas aplicables a la periodoncia y a la terapia con implantes. Este tipo de técnicas de mínima invasión, nos permiten reducir tanto los tiempos de intervención como los de recuperación del los pacientes, minimizando al máximo las complicaciones postoperatorias como hemorragias, dolor o inflamación. De esta manera mejoramos sustancialmente el bienestar del paciente después de cualquier tipo de intervención y conseguimos resultados más fiables y duraderos.
Regeneración Ósea
La pérdida de hueso, normalmente, se debe a las secuelas producidas por periodontitis (piorrea) severa no tratada a tiempo. También puede deberse al transcurso de varios años desde la extracción de una, o varias piezas dentales, debido la reabsorción progresiva que sufre el hueso de los maxilares cuando se extrae una pieza.
Muchos pacientes acuden a nuestra consulta con la idea errónea de que no pueden colocarse implantes por falta de hueso suficiente para ello. A día de hoy la pérdida de hueso no supone una contraindicación para colocarse implantes. En estos casos, el paciente también puede beneficiarse del tratamiento con implantes, puesto que existen procedimientos y biomateriales extraordinariamente fiables, capaces de reconstruir el hueso que el paciente ha perdido.
Periodoncia
La Periodoncia es la rama de la odontología que trata los problemas de origen infeccioso y de tipo estético en los tejidos que soportan los dientes (encía y hueso). Las afecciones de origen infeccioso más importantes de las encías son la gingivitis y la periodontitis (coloquialmente conocida como piorrea).
Tratamiento de la Gingivitis
Inflamación de las encías.
La gingivitis es una inflamación de las encías, provocada por las bacterias que forman la placa bacteriana y el sarro (depósito duro por la mineralización de la propia placa), que se acumulan en la base de los dientes (entre dientes y encía) produciendo inflamación y sangrado. Sus principales secuelas son el enrojecimiento y la inflamación de las encías, pudiendo sangrar durante el cepillado o espontáneamente. En determinadas ocasiones puede provocar mal olor y sabor de boca. Estos signos y síntomas son reversibles. Uno de los problemas de padecer gingivitis es el riesgo que tiene de evolucionar a periodontitis.
El tratamiento de la gingivitis es sencillo. Mediante la eliminación de la placa y cálculo dental mediante ultrasonidos y curetas unido a la mejora de la técnica de higiene oral con cepillo y métodos de higiene interdental (seda dental y cepillos interdentales)por parte del paciente en casa y unos días de enjuague con un colutorio de clorhexidina la gingivitis remite. Para evitar su recidiva es fundamental mantener unas adecuadas medidas de higiene oral y acudir a visitas de mantenimiento periódicamente para que un profesional elimine el cálculo.
Tratamiento Periodontal
Periodontitis (piorrea)
La periodontitis es una infección que afecta a los tejidos de soporte del diente. Como la gingivitis, afecta a las encías, pero se diferencia de ésta en que el hueso también está afectado. Se caracteriza por una destrucción progresiva de los tejidos de soporte del diente. La causa son las bacterias de la placa bacteriana que atacan las encías y el hueso de las personas que tienen predisposición a padecer esta enfermedad. Factores de riesgo como el tabaco, estrés, etc. aceleran la evolución de la enfermedad produciéndose finalmente la caída de los dientes en un periodo variable de tiempo.
Aún tratándose de una enfermedad que presenta una sintomatología muy precoz, como el sangrado de encías, lamentablemente no suele ser valorada por el paciente en su justa medida, ya que es una enfermedad indolora.
A medida que la enfermedad avanza sus signos y síntomas se hacen más evidentes.
Las señales son:
- Dientes más largos por la retracción de las encías.
- Movilidad dentaria debido a la reabsorción de hueso alrededor de los dientes. Su consecuencia final es la pérdida de las piezas dentarias.
- Mal olor y sabor de boca producido por los productos de desecho del metabolismo de la placa bacteriana y el sarro.
- Desplazamiento de los dientes debido a la pérdida de los tejidos de soporte dental que facilitan su migración. Esta circunstancia da lugar a mal posiciones dentarias o aumento del espacio entre los dientes.
- La enfermedad periodontal tiene consecuencias sobre la salud, la función y la estética de los dientes y las encías. La recuperación de este proceso y sus consecuencias será mejor y más eficaz, cuanto más precozmente se detecte y se trate.
Tratamiento de la periodontitis:
Al igual que en el Tratamiento de la Gingivitis, una adecuada higiene oral por parte del paciente es fundamental para mantener unos optimos resultados a largo plazo.
Antes de comenzar el tratamiento se realiza el estudio del paciente donde se realiza un registro de la pérdida de hueso que presenta cada diente mediante un periodontograma, y tomaremos una serie de radiografías que nos ayudarán al correcto diagnóstico y plan de tratamiento del paciente. En determinados casos también realizamos un análisis microbiológico de las bacterias de la boca. Uno de los datos que registramos es cómo se cepilla el paciente y dedicamos un extenso tiempo a enseñarla a cepillarse mejor, el objetivo de realizar este registro es poder comparar a lo largo del tiempo cómo evoluciona la higiene y las bolsas periodontales tras el tratamiento.Para afianzar los resultados en la técnica de higiene, reforzamos las instrucciones en cada visita.
La primera parte del tratamiento consiste la eliminación del cálculo que existe por debajo de la encía mediantescuretas, lo que se conoce como raspado y alisado radicular o fase básica. Este tratamiento se realiza bajo anestesia y no debe ser molesto para el paciente ni durante ni después. Aproximadamente un mes y medio después de haber realizado la fase básica realizamos una reevaluación para analizar la respuesta al tratamiento. En caso de que mediante la fase de raspados hayamos sido capaces de eliminar el sarro que había bajo la encía y el paciente no presente bolsas periodontales profundas ni sangrado, el paciente pasará a fase de mantenimiento, que por lo general se realiza cada 6 meses. En caso de que en la reevaluación siga habiendo localizaciones con cálculo profundo (esto suele ocurrir cuando antes de la fase básica el sarro se encuentra a más de 5-6mm de profundidad), puede estar indicado realizar una fase quirúrgica en la que se procede a levantar ligeramente la encía para limpiar la raíz en su zona más profunda. En algunas situaciones somos capaces de regenerar el hueso perdido mediante la aplicación de diferentes productos en el fondo de los defectos óseos. La fase quirúrgica también se realiza bajo anestesia y no suele producir grandes molestias ni inflamación. Una vez controladas estas localizaciones mediante cirugía, el paciente pasará a la fase de mantenimiento periodontal.
Regeneración Periodontal:
En algunas situaciones muy específicas, podemos realizar técnicas de cirugía regenerativa con biomateriales para regenerar el hueso que rodea el diente. De esta forma somos capaces de mejorar su soporte óseo y afianzar el futuro del diente.
Sonrisa Gingival
Importancia de la encía en la estética
Las afecciones de los tejidos que rodean los dientes (encía y hueso) no se limitan a problemas de tipo infeccioso. En muchos casos, los problemas tienen un carácter estético. Con frecuencia, los dientes tienen un tamaño pequeño en relación a la cantidad de encía que se muestra durante la sonrisa. A esta situación se denomina sonrisa gingival y, en muchos casos, su solución es muy sencilla. En otras ocasiones sucede lo contrario, uno o más dientes tienen las encías retraídas y el diente aparece más largo. Cuando esto ocurre, a los problemas estéticos que supone se le suman otros, como el aumento de la sensibilidad al frío (hipersensibilidad). Éste tipo de problemas también pueden solucionarse en manos de un periodoncista.
Los resultados del tratamiento (antes y después) de este tipo de situaciones pueden verse en el apartado de casos clínicos.
Recesiones Gingivales
En ocasiones uno o más dientes tienen las encías retraídas y el diente aparece más largo. Cuando esto ocurre, a los problemas estéticos que supone se le suman otros, como el aumento de la sensibilidad al frío (hipersensibilidad). Éste tipo de problemas también pueden solucionarse en manos de un periodoncista pues si avanza puede afectar a la viabilidad del diente. Mediante técnicas de microcirugía y cirugía plástica periodontal podemos recuperar la encía perdida y restablecer una estética óptima, una sensibilidad normal y un cepillado adecuado.
Halatosis (mal aliento)
La halitosis o mal aliento es una afección que produce muy a menudo. Sea en forma de mal aliento ocasional que todo adulto sano ha tenido en uno u momento, hasta problemas más serios o graves, se calcula que la halitosis afecta a casi el 50% de la población.
Puede ser, en general, provocada por la descomposición bacteriana de partículas de alimentos, células, sangre y algunos componentes de la saliva. Lo productos que se originan de esta descomposición generan gases volátiles (generalmente derivados sulfúricos) que son los causantes de la halitosis.
El 90% de las causas de halitosis se originan en la boca y no en el estómago como se cree comúnmente.
Si cree que sufre halitosis, debe saber que tiene tratamiento. Si ésta es de origen oral, puede estar relacionada con enfermedades periodontales: gingivitis y periodontitis.
El tratamiento del mal aliento incluye siempre el cepillado regular de los dientes, la utilización de hilo dental y la limpieza de la capa de recubrimiento de la lengua.
El periodoncista es el profesional más cualificado para hacer un seguimiento de la situación que provoca el mal aliento e instaurar las medidas mas eficaces para evitarlo. Existen sistemas para seguir el progreso del tratamiento de manera cuantitativa y asegurarse de que se tiene una progresión positiva.
En caso de que quiera efectuar una consulta sobre este tema no dude en solicitar una entrevista personal para comentar las posibles soluciones a su alcance.